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CUIDADO DIARIO DEL BEBÉ

A veces, a la hora de establecer los cuidados diarios del bebé, nos olvidamos cuán diferente es su piel respecto a la piel de un adulto, y surge la duda de si es realmente necesario utilizar un producto pediátrico o infantil, la realidad es que son muy diferentes y para poder realizar un excelente cuidado de la piel del bebé, atendiendo a sus características, es importante utilizar productos adecuados y pensados para ello.

A veces, a la hora de establecer los cuidados diarios del bebé, nos olvidamos cuán diferente es su piel respecto a la piel de un adulto, y surge la duda de si es realmente necesario utilizar un producto pediátrico o infantil, la realidad es que son muy diferentes y para poder realizar un excelente cuidado de la piel del bebé, atendiendo a sus características, es importante utilizar productos adecuados y pensados para ello. 

 

Consejos para cuidar la piel del recién nacido

 

La piel de los bebés, aunque es funcionalmente activa, todavía no es plenamente madura, es más fina y tiene menos capas que la protegen. Todo ello hace que la piel sea más permeable y, por tanto, vulnerable a los agentes externos y que gane o pierda agua con más facilidad, repercutiendo en su protección y elasticidad.

 

El pH de la piel del bebé es de 5,5 aproximadamente (algo ácido) y es esencial mantenerlo para el correcto funcionamiento y el control de la microflora normal.

 

En general los bebés presentan inmadurez en el sistema inmunitario, pudiendo producirse con mayor facilidad infecciones en alguna lesión, por pequeña que esta sea.

 

La piel del bebé es extremadamente delicada y necesita unos cuidados especiales, aquí les dejamos algunas recomendaciones para el mejor cuidado de su bebé.

 

El baño adecuado a su frágil piel

 

Durante las primeras semanas de vida, es recomendable bañar al bebé un máximo de 2 ó 3 veces a la semana, se tratará de baño corto de unos 5 minutos. 

 

Si el bebé todavía tiene el cordón umbilical, se debe hacer una limpieza por partes, intentando no humedecer el cordón. Consiste en un lavadito rápido con esponja y agua caliente.

 

Para llevar a cabo la higiene del bebé, se recomienda realizarlo con agua a una temperatura situada entre 36-37ºC, y una temperatura ambiente aproximada de 20ºC.

 

Es aconsejable utilizar un jabón líquido suave con un pH entre 4,5 y 5. Son jabones que no hacen casi espuma, son así, y no hace falta que utilices mucha cantidad. 

 

Si vas a darle un baño completo, tiene que ser rápido y secando muy bien la zona del cordón umbilical para evitar que se reblandezca y se ralentice su caída.

 

Una vez realizado el baño, debe secarse la piel meticulosamente, sin frotar, dejando perfectamente secos los pliegues.

 

La piel bien hidratada siempre

 

Es importante mantener la piel sana e hidratarla una o dos veces al día. Es preferible que lo hagas varias veces con poca cantidad de producto, en lugar de aplicar gran cantidad pocas veces. 

 

Lo mejor es darle la crema después del baño, acompañado de un suave masaje con aceites o cremas emolientes específicos para la piel del bebé (cosmética pediátrica). Esto además de hidratar, ayudará a que el bebé se relaje, y también será útil para aliviar los cólicos del lactante. 

 

La piel del culete, siempre limpia

 

Las cacas y la orina contienen bacterias muy irritantes para la delicada piel del bebé, y afectan de forma diferente según el tipo de piel de cada niño.

 

Por lo tanto, se recomienda la utilización de pañales con alto nivel de absorción capaces de mantener seco el culito del bebé el mayor tiempo posible, y realizar el cambio de forma frecuente. 

 

En cada cambio de pañal hay que limpiar la piel con una esponja humedecida o con toallitas para bebé, algunas mamás prefieren utilizar agua limpiadora adaptada a la piel del bebe, que no contengan algún conservante que pueda irritar o provocar dermatitis, es necesario hacer una buena limpieza, procurando llegar a todos los pliegues de su cuerpecito.

 

Una vez limpia la piel, se recomienda aplicar una crema en pasta o pomada protectora que evite lo más posible el contacto con las heces y la humedad, y si además es restauradora mucho mejor, sobre todo en aquellas zonas donde ya se aprecia algo de irritación.

 

Como cuidar la ropita del bebe para evitar irritaciones en su piel

 

Los cuidados básicos también incluyen la utilización de ropa adecuada que estará en contacto permanente con la piel del bebé. Es recomendable usar siempre tejidos naturales como el algodón, que sea transpirable y que no se haya utilizado para su fabricación algún tinte o sustancia química posiblemente irritantes para la frágil piel del bebé. 

 

El lavado de la ropa también es importante, puesto que el jabón utilizado pude quedar adherido a las fibras, que en contacto con la piel produciría irritación, es recomendable utilizar un detergente suave, sin suavizante y no utilizar blanqueantes

 

También debes quitar etiquetas y evitar costuras o pliegues que puedan provocar rozaduras.

 

Proteger del sol la piel del bebé

 

La piel del bebé tiene pocos melanocitos y presenta un estrato córneo fino y poco compacto, esto hace que su piel se encuentre desprotegida frente a la radiación solar, por tanto, es importante evitar la exposición al sol antes de los seis meses. Para una protección total frente al sol, es recomendable mantener al bebé a la sombra en las horas centrales del día, salir a pasear con capota o sombrilla en el cochecito y si va en brazos o en un portabebés, evitar que le dé el sol directo. 

 

Se ha demostrado que los efectos solares sobre la piel son irreversibles y acumulativos durante los primeros 10 años de vida, y por tanto se debe evitar cualquier quemadura solar. 

 

A partir de los seis meses se debe aplicar la crema o emulsión solar con un factor de protección 50+, y además e igualmente, hay que evitar exponer al bebé en las horas de sol más intensas.

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